La Semana de la ESI, en nuestras escuelas

El Consejo General de Educación incluyó por primera vez este año en el Calendario Escolar la realización de la Semana de la ESI. En nuestras escuelas de toda la provincia, maestras, maestros y profes llevan adelante la tarea de enseñar Educación Sexual Integral vivenciándolo como la concreción de un derecho fundamental y necesario. Compartimos la experiencia de lo abordado con estudiantes de Tala sobre estereotipos y representaciones sociales en torno al género.

 

El pasado lunes 28 de marzo comenzó a desarrollarse en Entre Ríos la “Semana de la ESI”, una iniciativa del Consejo General de Educación que fue incorporada al Calendario escolar 2022 y que dispone el dictado de contenidos sobre Educación Sexual Integral en todas las escuelas entrerrianas, privadas y públicas, de todos los niveles y modalidades.

 

Desde la Seccional Tala de AGMER nos hacen extensiva la actividad desarrollada en escuelas sobre la temática. Las imágenes, de clases de Historia 1 de la Escuela Secundaria y Superior Nº 1 “Dr. Julio Ossola” y la EET Nº 1 “Osvaldo Magnasco”, reflejan el trabajo en el contexto de esta Semana de la ESI, abordando los estereotipos y representaciones sociales en torno al género.

 

“Estoy a trabajando en todos los cursos desde primero a tercer año los estereotipos de género y sexismo, especialmente en lo que respecta a aquellos difundidos desde la publicidad” nos cuenta Cynthya, que es además la Secretaria de Género en la Seccional Tala de AGMER. “Comenzamos con conceptos básicos y dialogando acerca de cuál es la idea que tienen las y los alumnos sobre la sexualidad, lo que es la ESI, para qué sirve. Buscamos y tratamos de identificar primero los estereotipos más difundidos, para qué se crean y enseñan, por medio de qué se sostienen. De ahí en más reflexionamos sobre las ideas y los prejuicios que se difunden y trabajamos sobre lo ofensivo y lo discriminatorio que llegan a ser”, agrega.

 

Tal como lo muestran las imágenes, Cynthya dirá que trabaja con sus alumnos y alumnas con un debate guiado, con ejemplos que van surgiendo desde lo cotidiano. “Producimos afiches y hacemos luego una puesta en común; trabajamos también sobre el lenguaje sexista, cuáles serían los ejemplos que podemos reemplazar en nuestro lenguaje cotidiano, todo de acuerdo a la edad de las y los estudiantes”. “Por ejemplo, en primer año trabajamos sobre las canciones, los colores, los juguetes. En cambio, ya en tercer año abordamos los roles, las profesiones, el “ideal” de lo masculino y lo femenino”. Nos cuenta también que en otras ocasiones que ha realizado este trabajo también ha profundizado sobre la historia de los estereotipos a lo largo del tiempo, “como eran antes, como son hoy y como nos parece que deberían llegar a ser en un futuro que contemple la diversidad y los derechos”.

 

Para ampliar: estereotipos y representaciones sociales en torno al género

   Históricamente las maneras de ser hombres y mujeres han sido pensadas desde lugares fijos, estereotipados, pero ¿qué son los estereotipos?, son imágenes sociales simplificadas e incompletas que supuestamente caracterizan a un grupo de personas. Los estereotipos pueden referir a múltiples aspectos de la vida social, la religión, la nacionalidad, el sexo, la etnia, la orientación sexual, entre otros. Por ejemplo, cuando se afirma “todos los argentinos son…”, el estereotipo está armado en función de la nacionalidad. También puede haber estereotipos en función del sexo, como cuando se dice: “todas las mujeres son…” o “los varones son…”.

 

   Los estereotipos implican una imagen limitada acerca de cómo son las personas, niegan sus particularidades, sus individualidades y en su lugar se ubica una caracterización que se supone alcanza a todos los individuos del grupo al que se está haciendo referencia.

 

   Ahora bien, cuando se habla de estereotipos de género ¿a qué nos referimos? A esas representaciones simplificadas, incompletas y generalizadas que se realizan teniendo como base al sexo biológico. Por ejemplo, son estereotipos asumir que sean solo las mujeres quienes se tengan que ocupar o sean responsables de la crianza de las niñas y los niños, de las personas mayores o del trabajo doméstico. El estereotipo femenino está asociado con los cuidados, la emoción, la fragilidad, la docilidad, la obediencia a la autoridad masculina.

 

   Estos estereotipos también lo vemos en acción en gran parte de la publicidad y en muchos programas de los medios masivos de comunicación. Desde que nacen, niños y niñas van creciendo en una sociedad en la que están aún vigentes algunos de estos estereotipos y representaciones sociales. Si miramos la ropa de nenas, las remeras y hasta el clásico jean azul tienen corazones, mariposas y brillitos, las de los varones pelotas, autos, monstruos y guerreros. Si pasamos de la ropa a los juguetes tenemos muñecas, cacerolas y tacitas de té, para ellas, y pelotas, autos y juegos de construcción, para ellos. Estas diferencias en las expectativas de lo que se espera de un varón o de una mujer se van transmitiendo a lo largo de la infancia, se naturalizan, preparando a unos y otras para ocupar lugares distintos, que no son valorados socialmente del mismo modo.

 

   Es decir que varones y mujeres pasan de ser diferentes a ser desiguales, y, como venimos sosteniendo, la desigualdad no es natural sino una construcción social. Algunas situaciones de desigualdad pueden ser: que las mujeres ocupan menos cargos de responsabilidad, que reciben salarios inferiores a los hombres en trabajos similares y que cargan con la mayor parte del trabajo doméstico.

 

   Desde las aulas, las escuelas, podemos trabajar para desnaturalizar y visibilizar las diferencias de género y promover transformaciones y equidad. Si bien coexisten en la sociedad viejos estereotipos y nuevas maneras de lo que es ser mujer y varón -y a veces incluir la diversidad se convierte en un desafío- contamos con leyes que involucran cambios profundos que nos comprometen a todas y a todos. Una de estas leyes es la de Educación Sexual Integral, que se enmarca en la perspectiva de los DDHH y que, entre otros objetivos, se plantea promover la igualdad de oportunidades para varones y mujeres. Los propósitos formativos que encabezan los lineamientos curriculares de ESI (anexo de la Ley) lo retoman fuertemente, y en los contenidos, desde el nivel inicial hasta la formación docente, está presente este objetivo.

 

#LaLuchaEnLaCalle #Agmer

 

 

 

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